La presión del sector de las peluquerías ha obligado al Gobierno a dar marcha atrás e incluirlas en la larga lista de empresas que cesarán su actividad… salvo los servicios a domicilio. Como el resto de España, los peluqueros se concentraron frente a sus televisores la noche del sábado, a la espera de la comparecencia de Pedro Sánchez en la que se decretaría el estado de alarma para toda España. El anuncio no llegó por sorpresa, pero sí lo hizo la inclusión de sus negocios en la lista de servicios esenciales que tendrían que permanecer abiertos, al pie del cañón frente a la pandemia. Han sido 24 horas de infarto para los sueños de estos establecimientos pues, en un principio, aquellos que decidieran cerrar tendrían que pagar la cuenta de sus propios ahorros.
Reacciones ante la opinión publica en medio de televisión nacionales de España sobre los profesionales relacionados con las peluquerías
Como bien explico Manuel Zamorano en su intervención en el programa de Viva la Vida:
“El viernes estuvimos trabajando a pesar de que en mi salón los sillones no guardan la distancia de seguridad que se recomienda en nuestro trabajo y estamos tocando continuamente a las clientas, ósea, es imposible respetar las recomendaciones que se nos hacen para evitar el contagio, por tanto, decidí anular la agenda y cerrar por miedo, ya que lo importante es la salud de mis clientas y del equipo”.
El estilista y el colectivo de peluqueros no entienden como si hay personas que no pueden levantar los brazos muy probablemente tampoco podrán realizar el resto del aseo y serán personas mayores o posiblemente formen parte del considerado grupo de riesgo, quizá sería más importante buscar soluciones más en la dirección de asistencia en sus hogares.
Ya que abriendo las peluquerías la gente acudirá y no tenemos manera de evitar que ellos o los trabajadores se contagien y siga creciendo en número de infectados.
Manuel Zamorano explica que si de verdad se le dice como debe actuar y las medidas que eviten el contagio el abriría, pero que las recomendaciones actuales no se pueden cumplir en esta profesión.
La salvedad al estado de alarma, que también incluye a las lavanderías, ha hecho que la propia Comunidad de Madrid se desvíe de la hoja de ruta pautada por el Gobierno. La presidencia regional, Isabel Díaz Ayuso, rebatió la decisión: «No se entiende que los profesionales de este sector tan numeroso en Madrid, que tienen que estar piel con piel en contacto con los clientes, tengan que estar abiertos». Las razones del Ejecutivo no terminan de convencer al Gobierno regional, como tampoco al sector. Fuentes del Gobierno central apuntaron a que estos locales podrían permanecer abiertos, pese a la cuarentena nacional, por razones de higiene y por la intención de alterar solo lo mínimo posible la vida de la gente. La declaración misma del estado de alarma contrasta con este último punto, cuando los ciudadanos tienen vetadas incluso las visitas a familiares.
MORILLON AVOCATS