La cédula de habitabilidad es un documento que verifica las condiciones mínimas de una vivienda para poder vivir en ella.
Este documento, de carácter administrativo, debe expedirlo el ayuntamiento de cada localidad. Para ello, se necesita el informe técnico de un profesional, arquitecto o ingeniero, que certifica que la vivienda cumple con la normativa.
Los requisitos que debe contener una cédula de habitabilidad son:
- Dimensiones de la vivienda y dependencias. Los requisitos mínimos son un salón/comedor, cocina, baño y un dormitorio.
- En cuanto al estado de las instalaciones y los materiales empleados en la construcción de la vivienda.
- Salubridad e higiene. Se deber revisar aspectos como la ventilación e iluminación.
La cédula de habitabilidad es necesaria para contratar suministros del hogar como el gas, la electricidad o el agua. También se solicita para los procesos de compra-venta o alquiler de la vivienda en algunas comunidades.
En viviendas antiguas, la cédula caduca a los 10 o 25 años dependiendo de localidad y tipo de cédula. Para su renovación, es habitual tener que hacer reformas si el inmueble es antiguo y no cumple con los requisitos. Por el contrario, las viviendas nuevas no necesitan la cédula ya que se entregan con las escrituras del piso (licencia de primera ocupación).
Algunas comunidades como Andalucía, Aragón, Castilla León, Castilla-La Mancha, Galicia y País Vasco han decidido suprimir la cédula para evitar la duplicidad de controles de las distintas administraciones públicas.
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