En estos momentos parece que la situación se complica para el sector, si bien , hace apenas un mes parecía tener un futuro menos amenazado que otros sectores, según las actuales previsiones del FMI el Banco de España, la Unión Europea y los distintos servicios de estudios sobre la caída del PIB (entre el 7% y el 13%) y el aumento del desempleo (la tasa de paro subirá al 19%) en España, la disminución de transacciones de viviendas podría caer en el entorno del 35%-40%.
Hay que tener en cuenta que, como en cualquier crisis económica, el efecto Covid-19 en el mercado laboral se traduce en un crecimiento de la tasa de paro, que es el freno más potente para el mercado residencial.
El incremento del desempleo supone una reducción de la renta disponible de las familias y una mayor aversión al riesgo y decisiones como la compra de vivienda suelen posponerse y a todo ello se unen las restricciones al crédito. Puede que algunas entidades financieras, reaccionen apostando por la prudencia, por lo que la cesión de préstamos puede estar marcada por una visión más conservadora.
En este escenario y descontado el impacto en el número de compraventas, provocado por la paralización del sector durante estos últimos meses, habrá una segunda fase, durante la segunda mitad del año, en la que el número de compraventas se recuperará y crecerá a buen ritmo.
Con anterioridad ya se señalaba que el precio de la vivienda usada en España descendió un 2,1% en tasa interanual en el segundo semestre de 2019, lo que sitúa el metro cuadrado en 2.297 euros. Esta fue la primera caída desde 2014, tras cinco años de subidas consecutivas y situaba el precio a niveles de 2011.
La relación del confinamiento con el sector inmobiliario
El impacto del confinamiento consolidará esta situación de bajada de precios, de reajuste, que será diferente en función de cada zona y población, ya que evidentemente, en el ámbito económico la situación que estamos viviendo acabará influyendo más en unas poblaciones que en otras.
Según modelos de previsión nos llevaban a estimar que la recuperación de los precios de 2008 se daría hacia el año 2025, pero con los efectos de la pandemia, este repunte se prolongará por un período de entre dos y cinco años más dependiendo de las medidas económicas que se vayan tomando para mitigar los efectos del Covid-19 no solo en el sector inmobiliario sino en la economía en general.